No es necesario tener el mejor físico o tener
la ropa más linda de tu escuela, ni mucho menos ser la mejor en todo para ser
la MUJER PERFECTA.
Este concepto abarca mucho, mucho más.
Hay veces en las que creemos que las personas no nos van a aceptar por “no ser
lindas”, pero al final nos damos cuenta que nuestro pensamiento fue erróneo ya
que las personas que te rodean no se fijan en esos insignificantes detalles.
Ellas son más que eso, porque te valoran por lo que sos, no por cómo te ves o
por lo que tenes.
Está bien, la perfección es
inalcanzable, sí. Pero lo más cercano a la perfección, para nosotras, es una
mujer que se preocupa no sólo por ella, sino que también por las personas que
tanto dice querer; una mujer divertida, esa que a pesar de que en todo el día
no esbozaste una sonrisa, no quiere decir que ella no logre hacerlo; una mujer
que te acompañe, siempre en los buenos y malos momentos, y gracias a ella te
sentís querida; una mujer que haga lo posible por alegrarte el día, porque no
siempre tenemos días buenos pero existen personas que se proponen cambiar eso,
y lo logran; una mujer que sea amable, que siempre sonría, que siempre esté
dispuesta a todo, que te apoye, y muchísimas cosas más.
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